04 febrero, 2013

Nuevo informe sobre el mercado español de carburantes

En un post anterior hablábamos de un informe de la Comisión Nacional de la Competencia en el que se concluía que España era uno de los países de la Unión Europea con mayores precios de los carburantes antes de impuestos, debido a la existencia de una competencia limitada en el sector. El último informe mensual de supervisión de la distribución de carburantes en estaciones de servicio, elaborado por la Comisión Nacional de Energía, muestra que en 2012 los precios tanto de la gasolina como del gasóleo subieron una media del 8% con respecto al año anterior, a pesar de que la demanda cayó durante el año un 6%.
Los resultados indican que la crisis económica está teniendo un impacto sin precedentes sobre el consumo de carburantes, de modo que la demanda de estos productos se reduce más que la del resto de productos petrolíferos (y además a una tasa nunca vista), por lo que, a falta de los datos de diciembre, concluyen que en 2012 el consumo de carburantes sufrirá la mayor caída anual desde el inicio de la crisis, consolidándose en niveles de la década de los noventa.
Con respecto a los precios, estos se sitúan en todo momento por encima de los del año anterior. Asimismo se observa un marcado “efecto lunes” a partir del segundo semestre de 2012, que se intensifica en los últimos meses, caracterizado por caídas de precios el lunes y recuperación posterior a medida que avanza la semana. Los precios antes de impuestos de la gasolina 95 en España están por encima de la media de la UE-27, si bien se sitúan por debajo de los de la zona euro, mientras que los precios del gasóleo A antes de impuestos son superiores tanto a la media de la UE-27 como a la media de la zona euro. Sin embargo, la carga impositiva sobre los carburantes sigue siendo inferior a la de otros países de la UE, lo que explica que los precios de venta al público de ambos carburantes se encuentren entre los más bajos de la Unión Europea.
Analizando los precios por provincias, los resultados muestran que las provincias que en diciembre aún no aplicaban el tramo autonómico del Impuesto sobre Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos (a partir de 2013 este impuesto desaparece y se integra dentro del Impuesto sobre Hidrocarburos) continúan teniendo los precios de venta más bajos, si bien, si no se tuviese en cuenta dicho tramo autonómico, estas provincias tendrían los precios más altos. De esta forma, el informe explica que las estaciones de servicio en comunidades autónomas sin el tramo autonómico podrían estar aprovechando la ausencia de dicho tramo para aplicar precios mayores. De todos modos, este resultado también indica que el incremento en la fiscalidad sobre los carburantes obliga a las estaciones de servicio a reducir sus precios, de manera que mediante los impuestos el sector público podría estar apropiándose de parte de los beneficios que, de otro modo, obtendrían los vendedores de carburantes. Esto, unido al hecho de que los precios de los carburantes antes de impuestos son superiores a la media europea, podría significar que en España aún existe margen para incrementar la fiscalidad sobre los carburantes, forzando a los vendedores a reducir sus beneficios, sin que los consumidores se vean muy afectados (en el informe se indica que el margen bruto de distribución llega a superar los 20 céntimos de euro por litro en el período que va de enero a agosto 2012, su nivel más alto en los últimos años).

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