02 octubre, 2013

El quinto informe del grupo de trabajo 1 del IPCC

Hace tan solo dos días que se ha publicado el quinto informe del grupo de trabajo 1 del IPCC, la parte que trata sobre la base científica del cambio climático. Es el quinto informe en 25 años y una de las primeras cuestiones que es necesario resaltar es que el consenso de la comunidad científica que investiga el clima no era equivocado hace un cuarto de siglo sobre cuál sería el estado medioambiental de nuestro planeta en 2013. Y ello a pesar de presentar sus resultados usando instrumentos mucho menos potentes para estudiarlo: modelos con una capacidad diez veces menor que los actuales para representar la orografía, ordenadores muchísimo menos potentes y conjuntos de datos mucho más incompletos que los actuales. Todo ésto nos debe llevar a reflexionar sobre la fiabilidad de este último informe en que según se menciona, es extremadamente posible que nosotros, los humanos, seamos  responsables de más de la mitad del aumento de temperatura superficial de nuestro planeta desde 1951 hasta 2010.


El informe ha sido escrito por 259 autores y antes de llegar a su forma final ha recibido en total 54677 críticas de otros científicos (todos y cada uno expertos en temas muy concretos) que han tenido que ser evaluadas y debatidas una por una. Cada frase del informe final para políticos ha sido consensuada y aprobada por unanimidad. Sin irse al vasto informe completo, que está formado por más de 2000 páginas, un simple vistazo al resumen para políticos nos deja unos cuantos puntos muy claros:

No cabe duda sobre el calentamiento de La Tierra y los cambios ocurridos desde 1950 no tienen precedentes en escalas que van de décadas a milenios. Existe calentamiento de la atmósfera y el océano, hielo y nieve han disminuido, ha subido el nivel del mar y han aumentado las concentraciones de gases de efecto invernadero;
Se han observado cambios en el número de eventos extremos como disminución del número de días y noches fríos y aumento del número de días y noches calurosos. Por poner un ejemplo adicional tenemos el recientemente publicado informe sobre eventos meteorológicos extremos de 2012, en el cual en la mitad de los casos analizados se ve claro el impacto del cambio climático, como ocurrió por ejemplo en el invierno de 2011/2012, el segundo más seco en la península ibérica en 60 años y cuya probabilidad de que ocurra se ha visto aumentada en un 20%;
El mar ha aumentado su altura en los últimos 150 años a un ritmo mayor que la media de los últimos dos milenios;
La cantidad actual de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso en la atmósfera de nuestro planeta es la mayor de los últimos 800.000 años y con muy alta probabilidad en los últimos 100 años ha aumentado mucho más rápido que en los 22.000 anteriores. Un ejemplo: la cantidad de metano en la atmósfera es ahora un 150% mayor que antes de la revolución industrial;
El dióxido de carbono es el mayor culpable de los cambios en el balance radiativo de nuestro planeta que han conducido a esta situación. Cabe añadir que recientemente este año han empezado a aparecer estudios que prueban que ni siquiera una disminución en la energía del Sol que llega a nuestro planeta sería capaz de parar el calentamiento del que somos causantes.
La influencia del hombre en el clima es clara y se observa en el calentamiento de la atmósfera y el océano, en cambios en el ciclo global del agua, en la disminución de la cubierta de hielo y nieve, en el aumento del nivel medio del mar y en variaciones de algunos extremos meteorológicos

Más importante si cabe es la conclusión de que bajo todos los escenarios excepto en uno, el calentamiento de nuestro planeta continuará más allá del año 2100, lo que nos lleva sin duda una vez más a la misma conclusión: no es que el peligro sea inminente, es que ya estamos sufriendo y vamos a sufrir las consecuencias de forma más extrema en los próximos años. Se necesitan acciones inmediatas.

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