05 junio, 2014

Noruega y su afición por el vehículo eléctrico

Aunque el tema del vehículo eléctrico ya ha sido tratado en este blog (aquí Klaas sobre el potencial de ahorro, y en este otro post Jorge nos hablaba sobre Estonia) hoy toca el curioso, o no tanto, caso de Noruega. Resulta sorprendente que un país de poco más de cinco millones de habitantes, cuente con más de 30.000 coches eléctricos circulando hoy por sus carreteras, y no sólo eso, sino con una demanda que año a año va creciendo, situando a cada vez más modelos en los primeros puestos de las listas de ventas. El cenit se alcanzó cuando aparecieron las noticias de que vehículos eléctricos eran líderes de ventas en Noruega.

Una de las causas que, a priori, se podría pensar para explicar estos datos, es el hecho de que en las sociedades escandinavas habitan gentes de gran conciencia ecológica, que ven en la movilidad eléctrica una parte importante de la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero, de las que forman una porción significativa las asociadas con el transporte.
No negando que pueda existir esa componente, la realidad parece ser otra. Y es que según un trabajo realizado por el TOI (Institute of Transport Economics) noruego,  para conocer el perfil del comprador de coches eléctricos en Noruega, se imponen como principales razones toda la serie de incentivos económicos y prácticos que conlleva el dar el paso de adquirir un vehículo de esas características.
Entre los incentivos económicos que el Gobierno noruego ha adoptado para el fomento de los coches eléctricos y que éstos sean capaces de competir contra el duro rival que son los de motor de combustión, destaca la ausencia de Impuesto al Valor Añadido (MVA) en el momento de la adquisición, la no existencia de tasas de importación para estos automóviles (hay que recordar que Noruega no forma parte del mercado común), y el que no paguen una figura parecida a nuestro impuesto a los vehículos de tracción mecánica (el conocido como impuesto de rodaje) ni el impuesto de matriculación.
Además, para el día a día, entre los incentivos que vendrían a ser encuadrados como prácticos, los coches eléctricos noruegos no pagan peajes por uso de autopistas, pueden hacer uso de los carriles especiales (bus y VAO) de las ciudades, no pagan por aparcar y tampoco pagan tasas por uso de los ferrys.
A esta serie de políticas, se ha sumado el hecho de la existencia de una buena red de recarga, también apadrinada por el gobierno, que ha ido creciendo exponencialmente con el paso de los años.
Podemos concluir entonces que el programa de fomento, ha sido un éxito, si bien tiene algunos borrones, como el de la marca Th!nk (fundada como PIVCO en 1991), que en 2011 acesó su actividad definitivamente tras una carrera llena de altibajos con varias ventas, llegó incluso a estar en manos de Ford, y tener que ser rescatada por el gobierno noruego en 2009. 
Continuando con el coche eléctrico, esta por ver la extensión en el tiempo de estas ayudas, ya que si cada vez ganan más cuota de mercado la caída de ingresos de las arcas públicas puede ser importante. En un principio, se anunció que serían hasta 2018 o hasta alcanzar los 50.000 vehículos, lo que antes llegase en el tiempo.
Un factor que no se puede obviar, de gran importancia ambiental y económica, y que ha sido clave, es la capacidad de generación eléctrica del país, con un mix energético fundamentalmente dominado por la gran hidroeléctrica, lo que posibilita una capacidad para hacer frente a los incrementos de la demanda derivados de las necesidades de carga de estos automóviles.
Además de la utilidad en términos prácticos, ambientalmente es notable el hecho de que no se hayan sustituido los combustibles fósiles de los automóviles por combustibles fósiles para producir electricidad, ya que esto simplemente provoca un traslado de las emisiones, y desde un punto de vista más global no tiene ningún efecto.
Por último, contrasta Noruega con la situación en nuestro país, en donde el pasado año se han matriculado 811 vehículos eléctricos, con una cuota de mercado muy baja, pero significando esto un 85% más que en el año 2012. 

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