Las energías renovables marinas

Durante la pasada semana se han conocido dos importantes noticias relacionadas con las grandes desconocidas de las energías renovables, las energías marinas, que tendrán en Galicia un banco de pruebas a nivel mundial. Con motivo de ello, repasaremos en esta entrada este tipo de aprovechamiento energético renovable, el cuál se encuentra todavía en un estado muy prematuro.

En primer lugar, el pasado martes se anunció el inicio de la construcción, en unos astilleros de Vigo, de un trimarán de acero ideado por una firma gallega, Magallanes renovables, con el que se busca la obtención de energía eléctrica a partir de la fuerza de las mareas (Energía mareomotriz). Se trata de un prototipo a escala real de un artefacto flotante que incluye un tubo con una parte sumergida donde se instalan los hidrogeneradores, con anclaje a proa y popa y 2 MW de capacidad instalada. Se prevé que durante este verano comience las pruebas en la Ría de Vigo. El trimarán posteriormente viajará a las Islas Orcadas (Escocia) donde se encuentra la sede del EMEC (Centro Europeo de Energías Marinas), para ser probado con el fin de comprobar su rendimiento y eficiencia. El proyecto tendrá un coste total de 13,11 millones de euros, cofinanciados al 50% por el CDTI.

Por otro lado, el mismo día, se conocía que en el nuevo puerto exterior de A Coruña se testarán prototipos para el aprovechamiento de la fuerza de las olas para la generación de electricidad, la conocida como energía undimotriz. Esta actuación está encuadrada dentro del proyecto europeo Energy Mare y la Xunta de Galicia participa en él a través del Inega. Se analizaron varios puntos de la costa de gallega, de la que se estima que posee un tercio del potencial estimado para las costas españolas, decantándose finalmente por el puerto exterior coruñés por motivos de potencial energético y por la posibilidad de interconexiones eléctricas.

Las energías marinas engloban, además de las antes mencionadas, otras tecnologías como son el gradiente térmico, que aprovecha la diferencia de temperatura de las aguas entre la superficie y el fondo, o el gradiente de salinidad (Energía Osmótica) que aprovecha la diferencia de salinidad existente entre el agua del mar y la de los ríos. La presencia de las energías marinas en España es prácticamente experimental, aunque existe una central produciendo energía en pequeñas cantidades, la planta undimotriz de Mutriku (Guipúzcoa), que tiene 296 KW de potencia instalada. En el mundo existen dos importantes centrales de aprovechamiento de la energía de las mareas, por un lado en Saint-Malo (Francia) en la desembocadura del Río Rance, con una capacidad instalada de 240 MW, la cuál ha sido superada (254 MW) por la del Lago Sihwa, en Corea del Sur.

Situación de las energías marinas en España, APPA (2011)

Como se puede ver en el gráfico anterior de perspectivas de evolución tecnológica del sector, los tipos de energías marinas con mayores desarrollos son la undimotriz y la mareomotriz, si bien el estado tecnológico del sector es precomercial, con predominio de los prototipos a escala, quedando todavía un largo camino de inversión y desarrollo por recorrer. Para la IEA, las perspectivas de futuro dependerán del éxito de los proyectos existentes y la capacidad para demostrar las reducciones de costes proyectadas. La propia agencia, en su Energy Technology Perspectives 2010, cifra en 552 TWh la generación mundial de energía marina para 2050. Por su parte, el IPCC en su Special Report on Renewable Energy Sources and Climate Change Mitigation, dedica un capítulo a este tipo de energías, destacando la importancia de su desarrollo para la reducción de emisiones de dióxido de carbono en el futuro, además de hacer un inventario de recursos potenciales por tipo de energía.

Por último recordar que esta entrada sobre energías marinas no se ha hecho referencia a la energía eólica offshore, (aquí una entrada sobre la Energía eólica marina en España, y aquí otra sobre el futuro de la eólica offshore), tecnología bastante afianzada en países de Europa como Dinamarca o el Reino Unido, y con perspectivas de implantación optimistas en España.